domingo, 28 de enero de 2007

Tercera inmersión. El estanque congelado

Un peixiño viajero me regaló una foto y con ella su mirada.


Los peces miraban hacia arriba extrañados, ya no podían ver las estrellas.


lunes, 22 de enero de 2007

Segunda inmersión. El pez en el estanque

Camino por la ciudad todo lo rápido que puedo, no soy capaz de ir más despacio. Sinembargo la gente va poco a poco, los esquivo. Hay algo en mi interior que me impide decelerar. Por fin llego a mi destino. Clin-clas, busco en mi bolsillo. Ahí está el manojo de llaves. Cojo la de color azul ducados, me agacho y abro con cuidado la cancela de forja. Desciendo dos escalones y accedo al jardín delantero. De repente el tiempo se para, ahora todo va mucho más despacio. Me detengo y miro hacia arriba, el cielo, siempre había estado ahí, siempre, no me había fijado en que hoy está despejado y sin nubes. Un paso más. Al lado del camelio el estanque. Miro atentamente a los peces naranjas que nadan haciendo círculos. Siempre son naranjas. El más grande de los tres tiene una pequeña mancha en el costado de color rosa, una señal que lo hace distinto. De pronto, se para, los otros siguen nadando.
Hola-dice susurrando con una voz ronca como una nota rasgada de un violonchelo.
Hola-le contesto. ¿Por qué has decidido hablarme hoy después de tanto tiempo?
Hoy me has mirado de una forma diferente-contestó.
¿Diferente?-pregunté yo.
Sí, quizás hoy necesites algo de mi. Tal vez quieres conocer mi secreto.
No tengo muy claro lo que necesito, ¿cual es tu secreto?-le respondí.
Tengo una pócima que te dará la felicidad.
¿La felicidad?-dije extrañada.
Sí. Solo necesitas tres gotas en tu costado y te sentirás feliz inmediatemente. El efecto se prolongará hasta que la luna cambie su forma. Sólo hay un inconveniente...
¿Cual? ¿Tendré que venderte mi alma o mis sueños?-le dije riendo.
No, nada de eso, simplemente que cuando concluyan los 7 días no recordarás nada de lo vivido.
Me quedé en silencio, pensando... 7 días en los que podré ser feliz,... 7 días que no recordaré... cerré los ojos.
Muchas gracias-le dije. Miré de nuevo al cielo, era de noche y la luna me sonreía. Creo que ya me has dado lo que necesitaba.

domingo, 14 de enero de 2007

Primera inmersión

Casiopea, constelación de estrellas. Conjunto de luces distintas que forman un todo. ¿Cual es la que brilla más? ¿Cual tiene más fuerza en cada momento? Toda la vida para conocerme, toda la vida para conocernos.
En esta primera inmersión me olvido de todo. Miro el agua que me saluda y camino al interior. Un interior repleto de peces de colores que me indican el camino, - si quieres desaparecer, síguenos. Cierro los ojos y me sumerjo. Como única música que me acompaña, la melodía creada por mis pensamientos y el ritmo de mi corazón. Levedad.
Mi respiración me susurra que debo volver. Ahora el aire sabe distinto, mi mirada también.